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La DANA que ha afectado las últimas horas la geografía española ha podido afectar directamente a los órganos mecánicos de tu coche. Así puedes tomar algunas precauciones para evitar problemas mayores.
La gran cantidad acumulada de agua puede entrar al motor del coche en gran cantidad y con fuerza, impulsada por el efecto del propio coche al desplazarse. De esta manera, el peor escenario es que el coche quede anegado por el agua, que puede provocar que sea irrecuperable por el elevado coste de su reparación. Y es que son muchos los componentes que pueden verse afectados por la entrada de mucha agua en el vano del motor.
La peor avería que se puede producir es que el agua penetre por el filtro de aire, situado normalmente en la parte más elevada del vano, justo bajo el capó, y que esta sea aspirada por el motor encharcando los cilindros. Entonces, la destrucción del motor y sus piezas internas, como los pistones, está casi asegurada.
Pero sin llegar a este extremo, otros elementos mecánicos pueden verse afectados por el agua. Como, por ejemplo, los frenos, el embrague o el motor de arranque, condicionando la marcha o incluso inmovilizando el vehículo.
Si el agua penetra en el interior del habitáculo, también podrá generar importantes averías, esta vez en el sistema eléctrico, causando peligrosos cortocircuitos en los cables de la radio, el ordenador de viaje, los elevalunas, etc.
Además, después de que el coche haya permanecido en mayor o menor medida sumergido en el agua, esta se habrá filtrado en muchas de sus partes, deteriorando los guarnecidos, tapicerías y alfombrillas o, lo que es aún peor, generando puntos de oxidación en las zonas menos visibles de la carrocería y el chasis.
Todas estas averías producidas por el agua requieren la intervención de un taller que diagnostique los daños, repare a fondo los órganos afectados y verifique que todos los sistemas del vehículo vuelvan a funcionar correctamente. Además será necesario realizar una limpieza a fondo del habitáculo y el maletero para eliminar cualquier rastro de humedad que con el tiempo pueda ser perjudicial.
Podemos evitar algunos daños en el vehículo si lo protegemos lo mejor posible mientras permanece aparcado, puede ser en el interior de un garaje o si está estacionado en el exterior con una funda de material impermeable.
Otra precaución muy recomendable si se transita por una zona geográfica donde llueva con frecuencia es aplicar una cera protectora a la carrocería. Repele el agua y conserva mejor la pintura para que la humedad no pueda entrar en contacto con el metal y cause su corrosión.
Después de tener en cuenta todo lo anterior, recomendamos que visite tu taller Nubecar de confianza si cree que su coche ha podido sufrir las consecuencias de las lluvias extremas de las últimas horas. Nuestros especialistas valorarán el estado de su vehículo y te ofrecerán las mejores soluciones para que tu coche pueda estar a punto para el próximo viaje. ¡No lo dudes más y pide una cita con Nubecar!
