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En las épocas de altas temperaturas, puede ocurrir que nuestro vehículo sufra más debido a los factores meteorológicos que se dan en el verano y que no tienen lugar en otras estaciones del año. Además, agentes como el sol, la humedad, la playa, etc. pueden dañar nuestro vehículo.
Uno de los factores que puede hacer que nuestro coche lo pasé mal es el calor elevado que podemos encontrar en esta época del año. Y es que las altas temperaturas pueden hacer que el rendimiento de nuestro vehículo se vea afectado, así como su consumo y otros componentes como el motor, los frenos o nuestros neumáticos.
Si nuestro vehículo está funcionando con una temperatura superior a los 35 °C perderán aproximadamente unos 5 CV de potencia. Por otra parte, el consumo también será mayor, dado que a esta temperatura podrá llegar a aumentar hasta casi 1 l por cada 100 km recorridos.
La razón de que esto ocurra es bastante sencilla. La mezcla de aire caliente que tiene lugar en los cilindros de nuestro vehículo lo hace con menos oxígeno, por lo cual es menos efectiva.
Esto se nota aún más en los motores que van equipados con turbo, dado que la pérdida de potencia puede ser mayor, llegando a los 15 CV de pérdida debido a la importancia que ejerce el aire en este componente.
Por tanto, si nos encontramos con episodios de calor muy notables en algún momento del verano, lo único que podemos hacer para evitarlos es no conducir en las horas del día que más calor haga para que el coche no haga un sobreesfuerzo a la hora de funcionar.
También es realmente importante tener un mantenimiento adecuado, dado que la falta de aceite o de otro fluido, así como que los filtros estén limpios pueden hacer que la temperatura del motor se mantenga estable y que no se eleve a pesar del calor.
En los coches normales esta temperatura de funcionamiento óptimo del vehículo ronda entre los 90º y los 100 °C. Para saber que está todo en orden, bastará con mirar el cuadro de instrumentos, y la aguja de temperatura o el display tendrán que estar en la mayoría de los vehículos en la mitad.
Por tanto, si de repente vemos que la temperatura de nuestro coche se eleva por encima de la media, lo conveniente sería no seguir circulando con él y llevarlo al taller para ver cuál es el problema.
