Mantenimiento preventivo: el secreto para un viaje sin preocupaciones

Mantenimiento preventivo: el secreto para un viaje sin preocupaciones

En un contexto donde la movilidad es esencial, no hay nada más frustrante que un automóvil averiado o un viaje interrumpido debido a problemas mecánicos. Pero aquí está la buena noticia: ¡gran parte de estos contratiempos pueden evitarse con el mantenimiento preventivo adecuado!

• Cambios de aceite: Consiste en drenar el aceite viejo y reemplazarlo con aceite nuevo y limpio. Esto se hace para lubricar correctamente el motor y protegerlo contra el desgaste. Se recomienda seguir las indicaciones del fabricante en cuanto al tipo de aceite y el intervalo, ya que este cambio depende directamente de si se trata de un modelo de vehículo nuevo o antiguo, además de la cantidad de kilómetros recorridos. Hacerlo en el taller es la mejor opción para acertar con el aceite y garantizar la correcta gestión del lubricante usado.

• Cambios de filtro de aire: Se trata de reemplazar el filtro de aire sucio por uno nuevo. El filtro de aire evita que partículas de suciedad y polvo ingresen al motor, lo que puede dañarlo. Esto mejora la calidad del aire en el interior del vehículo. El intervalo de cambio dependerá de la zona en la que circule el vehículo, pero la mayoría de fabricantes recomiendan hacerlo al menos una vez al año o cada 15.000-20.000 km. 

• Rotación de neumáticos: Consiste en intercambiar la posición de los neumáticos para asegurar un desgaste uniforme. Esto prolonga la vida útil de los neumáticos y mejora la estabilidad y tracción del vehículo. Se recomienda rotar los neumáticos cada 10.000 km aproximadamente.

• Inspección de frenos: Se verifica el estado de los frenos, incluyendo las pastillas, discos, tambores y líquido de frenos. Se buscan señales de desgaste excesivo, fugas o problemas de funcionamiento. Se recomienda comprobar los frenos cada 15 mil kilómetros; sin embargo, si tu vehículo presenta signos de vibración debes realizar una revisión de inmediato. Es importante recordar que cuando se sustituyen los discos de freno, las pastillas de freno deben también cambiarse. ¿Dudas? Pregunta a tu taller NubeCar (pon link aquí a pedir cita).

• Cambios de líquido de transmisión: Implica drenar y reemplazar el líquido de la transmisión. Esto ayuda a mantener el correcto funcionamiento de la transmisión automática y prolonga su vida útil. Por regla general, debe cambiarse cada 60.000 – 80.000 kilómetros, si bien esto dependerá del fabricante de la caja de cambios y modelo, así como del tipo de transmisión, la frecuencia con la que se conduce el vehículo y algunos factores más. 

• Limpiar el circuito de refrigeración: Consiste en drenar y reemplazar el refrigerante del motor para mantenerlo en buenas condiciones. Esto ayuda a prevenir el sobrecalentamiento y la corrosión. Normalmente, este tipo de limpieza debe realizarse en un intervalo de 40.000 kilómetros o cada 2 años.

• Sustitución de correas y mangueras: Se reemplazan las correas y mangueras desgastadas, como la correa de distribución y las mangueras del sistema de refrigeración. Esto evita fallos en el motor y problemas de fugas. Los expertos recomiendan reemplazar todas las mangueras al menos cada 4 años o cuando una falle.

• Sustitución de bujías: Consiste en reemplazar las bujías desgastadas para asegurar un correcto encendido del motor y un rendimiento óptimo. El intervalo de cambio suele ser entre 30.000 km y 60.000 km según las recomendaciones del fabricante.

• Verificación de la batería y el sistema de carga: Se comprueba el estado de la batería, los terminales y el sistema de carga para asegurarse de que el vehículo arranque correctamente y tenga un sistema eléctrico en buen estado. Se recomienda hacer revisiones regulares y reemplazar la batería si es necesario.